lunes, 15 de junio de 2015

Hacia rutas salvajes- Jon Krakauer


¡Por fin! Terminé los exámenes y ya soy libre, libre para leer, reseñar y publicar y no puedo ser más feliz :D. Empecemos bien la semana...





Este libro se basa en la historia real de Christopher McCandless, un joven proveniente de una acomodada familia de Estados Unidos, que tras graduarse de la Universidad donó todo su dinero a obras de caridad y se embarcó en un viaje por el oeste americano bajo el nombre de "Alexander Supertramp". Dos años después, McCandless fue encontrado muerto en la desolación de Alaska.







Opinión personal

En abril de 1992, un joven de una adinerada familia de la Costa Este de Estados Unidos llegó a Alaska haciendo autostop y se adentró en los bosques situados al norte del monte McKinley. Cuatro meses más tarde, una partida de cazadores de alces encontró su cuerpo en estado de descomposición.
Poco después del descubrimiento del cadáver, el editor de la revista Outside le encargó a un periodista, Jon Krakauer, un reportaje sobre las desconcertantes circunstancias de la muerte de ese muchacho. Tan solo fue de 9000 palabras, y ya desencadenó tal polémica y Jon se sintió tan interesado en el reportaje que años más tarde escribió Hacia rutas salvajes, uno mucho más extenso... Este libro.


Resulta que se llamaba Christopher Johnson McCandless, y había crecido en un acomodado barrio de Washington D.C., junto a una familia muy adinerada, y donde había sido un buen estudiante y atleta. Al parecer, antes de irse, todo marchaba sobre ruedas, o al menos para sus padres, pero algo hizo click en la vida y en la mente de McCandless, y descubrió que por muchos lujos que le proporcionasen sus padres y su hogar él no tenía que ver con nada aquello. Logró mantener una apariencia de hijo juicioso y deseoso de terminar su carrera, pero apenas se graduó de la Universidad con 23 años donó 24.000 dólares a fundaciones de caridad, cogió su coche, unas pocas provisiones y se marchó de su apartamento sin dejar rastro; sin que ni siquiera sus padres supieran a dónde había ido. Es por lo que ya no respondería al nombre de Chris McCandless, sino que sería Alexander Supertramp, e iba a ir a Alaska.

``Quería movimiento, no una existencia sosegada. Quería emoción y peligro, así como la oportunidad de sacrificarme por amor. Me sentía henchido de tanta energía que no podía canalizarla a través de la vida tranquila que llevábamos.´´
León Tolstoi, Felicidad familiar

Pasaje subrayado en uno de los libros encontrados junto al cadáver de Chris McCandless.

Descubrí este libro en el blog de Estefanía y me interesé tanto por la historia que me lo leí y vi la película prácticamente todo seguido. No se que tenía esta historia, pero había algo en la fuerza que tenía el narrador de contar los hechos y la prosa tan cuidada que me tenía atrapada por completo.
Además la forma en que tiene de trasmitirnos esta historia es de una forma mucho más impactante y emotiva que si lo hubiera hecho otro, estoy segura, porque hasta el mismo periodista se siente reflejado con Chris McCandless.

Es en las experiencias y recuerdos, en el inconmensurable gozo de vivir en el sentido más pleno de la palabra, donde puede descubrirse el significado auténtico de la existencia. ¡Dios, qué fantástico es estar vivo! Gracias, gracias.

Existe una polémica respecto a este libro, sobre si las intenciones de Chris y lo que hizo estaba justificado, tenía razón y no estaba loco, etc.

Y bueno, hay viene el pequeño debate que se plantea, y la gran esencia de la historia: Para algunos muchos, Chris era un loco de atar, un descerebrado que no tenía sentido común y se planteaba ir hasta allí aun conociendo las consecuencias, con tan solo 12 kilos de arroz, y unas pocas provisiones que para nada le aseguraban la vida. Para muchos otros, en cambio, Chris no estaba loco. Es más, sabía perfectamente lo que hacía y por qué. Chris se emperraba demasiado en querer entender el sentido del mundo,  no quería la vida tranquila y sosegada que se le había otorgado. Tal como él lo veía, se había pasado cuatro años preparándose para llevar a cabo una obligación absurda: graduarse. Por fin se había liberado de las ataduras, del mundo oprensivo que habían creado sus padres y la gente como ellos, un mundo lleno de abstraciones, seguridad y bienestar material, un mundo en el que se sentía como una dolorosa amputación la ausencia del latir puro y salvaje de su existencia... y por eso, sintió el deseo de alejarse de todo, vivir en la naturaleza y encontrarse a sí mismo.

<<He decidido que voy a dejarme arrastrar por la corriente de la vida un tiempo. La libertad y la simple belleza de la vida son algo demasiado valiosos como para desperdiciarlo>>


El libro consiste en toda esta aventura que vivió, acompañado de cartas, mapas de las rutas que tomó y frases de los libros que Chris leía o de las personas que le conocieron. A veces Jon también cuenta alguna experiencia que él tuvo, de manera que se acerca al lector con confianza, o nos cuenta historias sobre otros casos parecidos al de Chris, y aunque estos me interesaron un poco menos, también siento que completan el reportaje de igual manera.


Durante el viaje pasó por muchas cosas, conoció a un gran número de personas y, a un gran número de ellas, con las que estableció una estrecha relación, les tuvo que decir adiós, es por eso que ellos mismos decían que no habían visto un chico más decidido en lo que quería en toda su vida.
Chris era un soñador, era... diferente, podríamos decir. Pero cumplió su sueño, murió en el intentó, sí, pero lo consiguió. Pocos lo hacen. Es por eso que me ha hecho pensar tanto este libro, sobre que hay personas, y personas. Personas que están de acuerdo con la vida que les ha tocado vivir, con el hecho de no salir de su zona de comfort, y acomodarse a ella, y personas que no se conforman con ello, que se arriesgan y salen, se enfrentan a lo desconocido, a sus metas y sueños, y no se paran por nada.

Es por eso que de alguna manera he admirado un poco a Chris, porque no solo se dedicaba a existir como lo hacen los millones de personas del planeta, si no que él vive, y a veces no lo hacemos por no salir de la seguridad que nos proporciona nuestro hogar, pero el mundo está ahí fuera, y a veces hay que arriesgarse.

(Última nota que escribió Chris antes de morir.)

En definitiva, Hacia rutas salvajes es un libro inspirador y que te hace reflexionar que te cuenta una emotiva historia que incluso a día de hoy sigue marcando a los que se atreven a descubrirla. 


Puntuación:

¿Cuál le pongo a lo que es un reportaje basado en hechos reales?


¿Os ha gustado la reseña?¿Habéis leído el libro o visto la película?
 ¡Contadme! 




Un beso, y nos leemos! :)




5 comentarios:

  1. Hola guapa... no lo conocia pero me es de lo más interesante apuntado queda!

    Besos

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  2. ¡Hola!
    No me gustan mucho éste tipo de reportajes, sin embargo parece interesante y no descarto leerlo.
    Besos!

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  3. Pues me suena pero nunca me paré a mirarlo detenidamente, tendré que darle una oportunidad <3

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  4. ¡Hola Lena! Librazo. Eso es todo lo que puedo decir. Y como supongo que la Estefanía que mencionas soy yo, pues ya sabes perfectamente mi opinión respecto a este reportaje y respecto a Chris. Sólo me queda decir que la reseña te ha quedado magnífica.

    Un abrazo grande :)

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